En una iniciativa destinada a promover un uso saludable de la tecnología entre los más pequeños, la Asociación Española de Pediatría ha emitido una guía de recomendaciones basadas en evidencia científica. Estas directrices, diseñadas para proteger el bienestar de los niños, abordan el tiempo de exposición a las pantallas y otros aspectos clave.
La primera y más destacada recomendación es evitar completamente el uso de pantallas electrónicas en niños menores de dos años. Esta medida se basa en preocupaciones relacionadas con el desarrollo infantil y busca proteger a los más pequeños de los posibles efectos adversos de la exposición temprana a la tecnología.
Menos de una hora diaria entre los 3 y los 5 años
Entre los 3 y los 5 años, se aconseja limitar el tiempo frente a las pantallas a menos de una hora diaria. Esta restricción busca equilibrar el uso de dispositivos electrónicos con otras actividades esenciales para el desarrollo infantil, como el juego activo y la interacción social.
A partir de los 5 años, se establece un límite de no más de dos horas diarias de ocio digital. Esta medida tiene como objetivo prevenir un uso excesivo de la tecnología, que podría afectar negativamente al tiempo de sueño, el riesgo de obesidad y las habilidades socioemocionales y lingüísticas de los niños.
Además de las restricciones de tiempo, la Asociación Española de Pediatría también aconseja evitar el uso de pantallas en espacios no compartidos, como el dormitorio o el baño. Asimismo, se sugiere proporcionar a los niños dispositivos antiguos en lugar de regalarles teléfonos o tablets nuevos, lo que puede facilitar una mayor supervisión por parte de los padres.
Promoviendo hábitos saludables
La actividad física, la concentración durante el estudio y el ocio en familia fuera de los dispositivos son elementos fundamentales para un desarrollo saludable. Los padres deben ser ejemplos en la adopción de estos hábitos, ya que los niños tienden a imitar lo que ven en sus cuidadores.
El uso excesivo e inadecuado de las pantallas en edades tempranas puede tener múltiples efectos negativos en el desarrollo de los niños, como la reducción del tiempo de sueño, el riesgo de obesidad y problemas socioemocionales y de lenguaje.
Además, a medida que aumenta el tiempo de exposición, los niños pueden estar más expuestos a riesgos como la dependencia, el ciberacoso y el acceso a contenido inapropiado.
Aunque la adicción a las pantallas aún no se reconoce oficialmente como un trastorno, la Asociación Española de Pediatría subraya la importancia de abordar estos problemas a tiempo. Sus recomendaciones buscan unificar criterios entre pediatras de todo el país y proporcionar herramientas a las familias para proteger a sus hijos de los riesgos digitales.
Sanciones a los menores por mal uso de la tecnología
Para abordar de manera integral los desafíos relacionados con la tecnología y los niños, se destaca la importancia del «Pacto de Estado para proteger a los menores del entorno digital». Este pacto busca garantizar la seguridad y el bienestar de los niños en el mundo digital y cuenta con el respaldo de numerosas entidades de la sociedad civil.
La Agencia Española de Protección de Datos impone multas de entre 5000 y 10 000 euros a los menores que incurran en faltas relacionadas con el uso indebido de la tecnología, como la difusión de imágenes íntimas sin consentimiento o el envío de contenido que promueva el ciberacoso. Estas multas deben ser asumidas por los padres, enfatizando la importancia de la supervisión parental.