Una nueva enfermedad, conocida como SIBO (Small Intestine Bacterial Overgrowth), está tomando protagonismo en las redes sociales, generando controversia y debates acalorados.
El SIBO se caracteriza por un desequilibrio en la microbiota intestinal, lo que provoca un aumento excesivo de bacterias en el intestino delgado, desencadenando síntomas como hinchazón abdominal, malas digestiones, pesadez, náuseas y alteraciones en el hábito intestinal.
SIBO, una enfermedad que no es nueva
Aunque esta condición ha pasado desapercibida durante mucho tiempo, expertos en el tema, como María Dolores de la Puerta, autora del libro «Un intestino feliz,» destacan que el SIBO ha sido un problema subestimado por largo tiempo. Muchas personas han enfrentado problemas digestivos sin obtener un diagnóstico preciso ni un tratamiento adecuado.
La doctora, con veintidós años de experiencia en el tratamiento de problemas de microbiota, aplaude la creciente conciencia sobre el SIBO, pero lamenta la falta de conocimiento entre muchos profesionales de la salud. La enfermedad no se enseña en las universidades, lo que resulta en un diagnóstico y tratamiento insuficiente, limitándose a menudo a la prescripción de antibióticos que no siempre resuelven el problema.
El SIBO se hizo viral

La polémica se desató cuando usuarios, mayoritariamente mujeres jóvenes, comenzaron a compartir imágenes de sus abdómenes hinchados y describieron los síntomas asociados, denunciando la falta de diagnóstico y pruebas en la Seguridad Social. Estas afectadas, con legítimas preocupaciones sobre su bienestar, exigían un diagnóstico rápido para poner fin a las molestias que afectan su calidad de vida.
Sin embargo, las respuestas a estos mensajes no tardaron en llegar. Algunos usuarios, incluso profesionales sanitarios, cuestionaron estos autodiagnósticos. Argumentaron que las malas digestiones siempre han existido y que el SIBO solo es una moda impulsada por influencers y tiktokers. De hecho, los síntomas se parecen mucho a los de la apendicitis y por eso hay tanta confusión.
Piden mayor atención
En cualquier caso, el SIBO es una afección que merece mayor atención y comprensión. Con una prueba de aliento, su diagnóstico es sencillo y, a menudo, se puede tratar eficazmente con antibióticos.
Es fundamental que los profesionales de la salud se informen sobre esta condición y proporcionen el apoyo necesario a quienes puedan estar padeciéndola, con el objetivo de mejorar su calidad de vida y bienestar general. La divulgación responsable y el diálogo abierto entre expertos y afectados son clave para resolver la controversia y ofrecer soluciones efectivas.