La difteria en Europa aumenta en número de casos, algo que preocupa a la población e instituciones en general. Esta enfermedad, que parecía controlada en gran parte del continente, ha hecho una reaparición preocupante.
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) ha liberado cifras que dibujan un panorama desalentador. En el año 2022, los casos de difteria en Europa se cuadruplicaron, sumando un total de 224. Este 2023, hasta el 11 de agosto, se han contabilizado ya 57 nuevos diagnósticos. Eso da un grandioso total de 281 casos en menos de dos años, con cuatro desafortunadas defunciones.
Dentro de los países afectados, Alemania lleva la batuta con 206 casos. Bélgica reportó 37, mientras que Chequia y Eslovaquia han detectado 10 y 9 respectivamente. Países Bajos y Suecia han informado de 9 y 5 casos respectivamente, seguidos por Letonia con 3 y tanto Noruega como España con un caso cada uno.
De particular interés es España, que no había reportado un caso de difteria desde 2015. En cuanto a las muertes, en 2023 Bélgica y Letonia reportaron una cada uno, mientras que en 2022, las víctimas se encontraban en Alemania y Eslovaquia.
¿Por qué este aumento?

Las cifras del ECDC nos brindan un vistazo a posibles causas. La mayoría de los afectados en 2022 se diagnosticaron en centros de migrantes. Esto plantea un posible escenario: interrupciones en los programas de vacunación a causa de conflictos o malestares sociales en sus países de origen.
Enfermedades como la difteria, cuyos síntomas frecuentes son: el dolor de garganta, fiebre, inflamación, debilidad e inflamación en el área de los ganglios, encuentran su paraíso en lugares abarrotados, como centros de refugiados. Por ello, es crucial que se acelere el proceso de inmunización en estos grupos.
Europa, buscando respuestas, estableció un consorcio paneuropeo. Este grupo se ha dedicado a investigar el perfil microbiológico y ha identificado 363 aislamientos. De ellos, un asombroso 95% estaba vinculado a centros de migrantes o había llegado recientemente al país.
Entre los diagnosticados, el 85% son hombres. La mayoría de los afectados, un 62%, son jóvenes entre 5 y 15 años. Sin embargo, la enfermedad no discrimina, afectando a personas desde recién nacidos hasta nonagenarios.
Difteria en Europa y su forma de contagio

El principal agente detrás de la difteria es el Corynebacterium diphtheriae. De los 281 pacientes, 228 fueron infectados por esta bacteria, y el resto por Corynebacterium ulcerans. La diferencia crucial entre ambas es su forma de contagio. Mientras la primera se propaga por gotitas respiratorias, la segunda se transmite principalmente por contacto con animales.
De la totalidad de infectados por C. diphtheriae, 199 presentaron síntomas cutáneos, 18 respiratorios, y el resto mostró manifestaciones clínicas variadas. Desafortunadamente, de las cuatro defunciones, tres estuvieron relacionadas con C. diphtheriae y una con C. ulcerans. Europa enfrenta ahora un desafío de salud y logística: combatir este resurgimiento de la difteria y garantizar la seguridad y bienestar de todos sus ciudadanos y visitantes.