El sedentarismo se ha convertido en una preocupación cada vez más urgente en España. Las cifras alarmantes de personas que pasan la mayor parte de su día sentadas están causando estragos en la salud de la población.
En este análisis, exploraremos los impactos del sedentarismo en la sociedad española, desde el riesgo de enfermedades graves hasta las diferencias generacionales en los hábitos de actividad física.
La realidad del sedentarismo y obesidad en España

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), los españoles pasan en promedio 5,5 horas al día sentados. Sin embargo, resulta sorprendente que los jóvenes pasen más tiempo sentados que las personas mayores. Los jóvenes españoles entre 15 y 24 años pasan 6,62 horas al día sentados, mientras que las personas de 65 años o más pasan menos tiempo sentadas, con 5,95 horas en promedio. Las mujeres de entre 25 y 64 años son las que menos se sientan, con una media de cinco horas en esta posición.
El Dr. de la Torre atribuye esta diferencia generacional a la creciente dependencia de los dispositivos móviles entre los jóvenes, que pasan horas frente a pantallas sin realizar actividad física.
El riesgo de demencia y otras enfermedades
La Comisión Europea, en un informe revelador, señala que hasta 9.500 personas mueren en España cada año debido al sedentarismo. Este hábito poco saludable se ha relacionado con diversas enfermedades, incluyendo la demencia. Un estudio reciente publicado en la revista científica JAMA reveló que las personas que pasan la mayor parte del día sentadas tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia.
El estudio, que incluyó a casi 50.000 participantes mayores de 60 años, reveló que incluso aquellos que hacían ejercicio regularmente, pero pasaban mucho tiempo sentados, tenían un mayor riesgo de demencia. Las personas que pasaban alrededor de diez horas al día sentadas experimentaban un aumento del 8% en el riesgo de demencia en siete años, y este riesgo se disparaba al 63% para quienes pasaban doce horas sentados.
El Dr. José María de la Torre, jefe de Cardiología Intervencionista en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla en Santander, advierte que el sedentarismo no solo afecta a la salud cardiovascular, sino que también se asocia con el aumento del riesgo de sobrepeso, acumulación de grasa abdominal, diabetes, hipertensión y deterioro cognitivo en personas mayores.
Un problema generalizado
El sedentarismo es un problema generalizado en España. Según el Ministerio de Sanidad, en 2020, un alarmante 36,4% de la población mayor de 15 años admitió no realizar deporte y llevar un estilo de vida sedentario.
Además, la Encuesta de Hábitos Deportivos en España de 2022, elaborada por el Ministerio de Cultura y Deporte, confirma que casi la mitad de la población no hace deporte ni una vez a la semana.
Diferencias regionales y sociales
Las diferencias en los hábitos de actividad física también son evidentes a nivel regional. Ceuta lidera la lista de comunidades autónomas con un 61,5% de personas sedentarias, seguida de Cantabria con un 60,4%, e Islas Baleares con un 49,7%. Estas diferencias pueden atribuirse en parte a la variabilidad en el clima y la geografía de estas regiones.
Además, el nivel socioeconómico juega un papel importante en los hábitos de actividad física. Las personas con educación superior tienen tasas más altas de práctica deportiva, mientras que aquellos con menos educación y recursos económicos son más propensos a llevar una vida sedentaria.
La importancia de la actividad física
El Dr. de la Torre enfatiza la importancia de la actividad física en todas las edades, incluso para aquellos con enfermedades cardiovasculares, siempre adaptando la actividad a las necesidades individuales. Recomienda un mínimo de tres sesiones de ejercicio a la semana para contrarrestar los efectos del sedentarismo. Además, insta a los jóvenes a adoptar un estilo de vida activo y a cuidar su salud desde una edad temprana.
A medida que España envejece como sociedad, la importancia de la actividad física se vuelve aún más evidente. Mantenerse activo puede ayudar a reducir la debilidad, prevenir caídas, fracturas y el deterioro cognitivo en la tercera edad. En última instancia, el sedentarismo es un problema que afecta a todos los grupos de edad y requiere una atención urgente para garantizar un futuro más saludable para la población española.