El pan, ese alimento que acompaña a muchas de nuestras comidas, es una pieza fundamental en la dieta mediterránea. Según el último Informe de Consumo Alimentario en España del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, publicado en 2022, los hogares españoles destinan aproximadamente un 4,40% de su presupuesto en alimentación a la compra de pan.
Además, cada persona consume, en promedio, cerca de 27,94 kilos de este producto al año. Sin embargo, ¿cómo afecta realmente este hábito a nuestra salud?
El pan no es un aliado para la salud

María Sanchidrián destaca desde el principio que «el pan no es un aliado para la salud». Partiendo de esta premisa, afirma que nadie debería recomendar su consumo, ya que no es esencial para mantener una dieta nutricionalmente equilibrada.
Pan blanco: un producto a evitar
María Sanchidrián es especialmente crítica con el pan blanco, al que califica como «una porquería». Su argumento se basa en que el pan blanco está hecho de harina refinada, lo que lo convierte en una opción poco saludable. «Si decides consumirlo, no necesariamente causarás problemas de salud de inmediato, pero es cierto que tu nivel de glucosa aumentará de manera poco beneficiosa», advierte.
Además, la experta enfatiza que el principal problema de consumir pan en exceso es que puede desplazar la ingesta de otros alimentos ricos en nutrientes. Por ejemplo, si utilizas el pan como acompañante en tus comidas, es probable que reduzcas la cantidad de otros alimentos más nutritivos en tu plato, como el boniato, las patatas o las verduras.
Alternativas más saludables
Como alternativa al pan blanco, María Sanchidrián sugiere optar por el pan integral, de preferencia 100% integral. También señala que los panes de cereales, ya sean de centeno o con semillas, son opciones válidas y más nutritivas.
La nutricionista hace hincapié en que las personas con celiaquía deben evitar todo contacto con el pan, a menos que esté hecho de trigo de sarraceno, ya que cualquier otro tipo de pan podría desencadenar problemas de salud en este grupo.
Conclusiones
En resumen, el consumo diario de pan, especialmente el pan blanco, no es la mejor elección para mantener una dieta saludable. Si decides incluirlo en tus comidas, hazlo con moderación y considera las alternativas más nutritivas disponibles. La opinión de María Sanchidrián Lavado, una experta en nutrición, nos invita a reflexionar sobre nuestros hábitos alimenticios y a tomar decisiones informadas sobre lo que ponemos en nuestro plato.